Finanzas de un bar al desnudo (Febrero Edition)

Imágenes sensibles incluidas.

Este es el primer post sobre las finanzas de Mequetrefe – Flipados del aceite hirviendo.

Ponerle freiduría me parecía un poco aburrido, así que me he inventado una categoría empresarial.

Aunque una gran parte de la gente que lee el rótulo y no sabe de qué trata, intento no tratarlos como subnormales y confío en que en algún momento, fregando los platos o limpiándose el culo, hagan ¡eureka! por sí solos.

Habría sido más fácil con lo de freiduría, pero eso no tiene ninguna gracia y la marca es lo más importante.

Diciembre fue un mes de puta madre.

Quizá por la novedad de abrir, o porque la gente está ilusionada con la Navidad, o porque ha cobrado la paga extra.

Vete-tú-a-saber.

Enero fue más malo que desayunar tostada de pan con aceite y sal. Ay, la cuesta, que por algo se llama cuesta. Facturé un 60% menos que en diciembre.

Y febrero…

¿Febrero?

Febrero casi me hace replantearme la existencia, porque he facturado un pelín menos que en enero.

Desde ahí, sólo se puede ir hacia arriba.

Facturé lo mismo en febrero que en una semana de noviembre, la de la apertura.

La Gozadera.

Te lo enseño todo enseguida.

Pero antes…

Cómo saber si un negocio de hostelería goza de buena salud financiera

Este debe ser el ratio (en porecentaje) gasto-venta según cada tipo de gasto:

Alquiler = 10%

Personal = 30%

Producto = 30%

Controlables (Gastos “fijos”) = 10%

Beneficio = 20%

Todo lo que se pase de esos porcentajes, respecto a las ventas totales mensuales, es una cagada.

Si la facturación es superior a 10.000/15.000€ al mes y superas algún porcentaje, la cagas, pero tiene solución. Te toca gestionar y hacer algunos ajustes, casi siempre, en personal, porque tienes más de lo que necesitas.

Si no llegas a facturar 10.0000€/mes, que es lo que me pasa a mí, la cagas, pero lo que hay que hacer es aumentar ventas.

Y ahora vas a ver mis porcentajes y cuánto me he gastado en cada partida:

Gastos fijos

Luz, agua, teléfono, internet, alarma, control de plagas, prevención de riesgos laborales…

Los mismos que podrías tener en tu casa.

Estos han sido mis gastos fijos de febrero en la freiduría:

Estos gastos se mantienen, más o menos, estables. Siempre.

Y, para que el negocio goce de buena salud financiera, no tienen que superar el 10% de la facturación total:

En enero fue el doble, un 20% y en febrero bajó un poco porque gasté menos, pero aún así es una mierda.

Tiene que quedar por debajo del 10%, que se estabilizará cuando suban las ventas.

Si los gastos son de 441€, tengo que facturar mínimo 4.410€ para que disminuya el porcentaje al 10%.

Aritmética pura. Very easy.

Gastos de personal

Empleadicos.

Mi novia (2 semanas) y mi hermana, que ya es la puta ama del lugar y la voy a hacer en CEO en breves.

Yo me iré a un monte con cabras y gallinas y a talar leña que es lo que me gusta hacer.

Mi novia ha estado 3 meses a 10 horas semanales y casi nunca ha trabajado esas horas, sino menos, porque a mí no me ha dado la gana que trabajara.

Que se fuera con sus amigas a cenar o a donde quisiera, pero no a mi puto chiringuito a freír cosas.

¿Que le apetecía ayudarme? Muy guay, amada señorita mía. ¿Que no le apetecía? A mí tampoco me apetece, así que totalmente comprensible. Que se tome un vinito en mi honor.

Siempre agradecido con ella por eso y por la paciencia que tiene.

Mi hermana empezó a mediados de febrero también a 10 horas semanales, así yo por la mañana tengo más tiempo para organizar otras cosas, la mayoría papeleo, facturas y mierdas varias.

Un 15% y un 19%, respectivamente, en enero y febrero, lo cual está muy bien y compensa las otras partidas en las que me paso bastante.

Recuerda que el máximo aceptable es un 30%, y aquí no llego ni al 20%.

Gastos de alquiler

Muy fácil.

Alquiler, comunidad y basura.

El IBI lo paga la propietaria (obviamente) y la terraza se empieza a pagar a partir de abril, de noviembre a marzo es gratis.

En el gasto de comunidad me incluyen el agua, así que una cosa menos.

Esto lo podría pagar también la propietaria, pero bueno, es residual.

Pago 600€ de alquiler, lo cual es un chiste para la zona en la que estoy, a 50 metros de la playa.

No en primera línea, sino en una calle perpendicular.

Mudarme a primera línea es el next step. Paciencia y buena letra.

El de enfrente, también mucho más grande y en “primera línea”, paga 4.000€ al mes.

No es primera línea estrictamente porque delante hay una carreta que cruza al paseo marítimo y a la playa, pero como si lo fuera.

Para que el alquiler baje al 10%, tengo que facturar 6.240€ al mes.

Probablemente, en verano ese porcentaje baje al 5%, y me atrevería a decir que más. Así que lo que reste hasta ese 10% es margen de beneficio.

En cambio, el local de enfrente debe facturar, mínimo, 40.000€ al mes.

Comparo ambos locales para poner en perspectiva ambos negocios, y que cada uno es un mundo.

Seguramente facturen 40.000€ a la semana. Y yo que me alegro.

Gastos de producto

El producto es… eso, el producto.

Chopitos, calamares, croquetas, cerveza.

Todo lo que te metes en la boca y dices: «¡Joder, qué bueno!»

30% clavado.

Esto se consigue, básicamente, haciendo el escandallo bien.

Y eso se hace calculando cuánto cuesta cada ingrediente de cada plato y las cantidades de esos ingredientes.

Si sobrepasa ese 30%, es que están los precios mal puestos, y están de puta madre, porque poniéndolos más baratos perdería dinero y esto sería Bar Paco.

En enero se disparó el gasto porque:

1. Compré muchas croquetas de muchos sabores para probarlos y meterlos en la carta. Eso no se vende.

2. Compré más productos para regalarlos a los clientes para que los probaran y que decidieran si se metían en la carta o no.

3. Si a las dos anteriores le sumas unas ventas de mierda, te sube a un 40% el gasto y te comes los mocos.

Pero Summer Is Coming.

Un pequeño apunte aparte para el inventario.

Cada día 31 de mes, al cerrar, tengo que contar cuánto hay de cada producto.

2 kg de bacalao, 5 de croquetas de cocido, barril y medio de cerveza, etc.

Sólo así sabes cuánto has gastado en producto, porque si has comprado, pero no lo has gastado, es que está por gastar, y eso no se cuenta.

Las compras fueron muy altas en enero. Llené las neveras para el invierno.

En febrero compré mierda y media.

Estos gastos son variables porque cuanto más vendes, más hay que reponer neveras, y más compras.

Y, por último, lo que todo Dios estaba esperando:

Ventas

En enero perdí 907€ y en febrero 426,99€.

Totalmente normal teniendo en cuenta que llevo 3 meses, que no hay ni Dios por la calle entre semana y parte del fin de semana, que no tenía terraza y que no he empezado con la droga dura de publicidad ni contenido ni nada de nada.

Ando afilando el hacha.

Estas ventas son un absoluto chiste, una aberración económica, un desastre natural financiero, una ecatombe hostelérica.

Si yo tuviera hijos, hipoteca y mujer en vez de vivir con mis padres, esto no sería un negocio, sino una tomadura de pelo, un hobby o una broma pesada.

Sólo en el primer fin de semana de marzo, he facturado el 50% de enero y febrero.

Conozco negocios de la zona que en verano no puedes ni entrar porque están abarrotados que han perdido 8.000€ en enero.

Ouch.

Lo mío, en comparación, es un parque de bolas.

Por supuesto, a los ingresos tienes que quitarles el IVA, que no es mío ni tuyo, sino de Perro Sánchez.

Y, por supuesto, que yo no gano ni un euro como persona física, ni tengo nómina ni nómino y seré el último en ver una.

El capitán del barco es el último en abandonarlo.

En la edición de marzo espero darte mejores noticias, que yo creo que sí.

Del 24 al 31 es Semana Santa, lo más parecido al verano que va a haber, y los días se van haciendo más largos.

Un año esperando este momento, porque debería haber abierto el chiringo en Semana Santa, pero del 2023, y abrí en noviembre.

Será un entrenamiento, digamos.

Tendré hasta torrijas de la yaya de postre.

Si te quieres pasar, avisa de que eres lector y dame un abrazo.

Ven fresquito, que en la terraza da mucho el sol.