En capítulos anteriores…***
***(Leer con voz lúgubre y apoteósica, rollo Pedro Piqueras).
Este manín que escribe se preparó durante un mes la media maratón de Melilla.
¿Media? ¿O es Medio Maratón, en masculino? ¿Por qué estoy usando el femenino inclusivo todo el rato?
¡Irene Montero! ¡Sal de mi cabeza!
Total, que durante menos de 30 días corrí y corrí en llano, en cuesta, en campo, en asfalto, en la cama, en series, en tiradas largas, en tiradas cortas cuando estaba perro.
Tropecientos kilómetros en un mes, sí, muy bien, pero, ¿con qué resultados?
Eso es lo que vas a conocer en este último capítulo del…
ONE MONTH RUNNER CLUB
Título, por cierto, que es la hostia.
Te dejo con el fin de esta maquiavélica y eufórica trama:
BEEEEEEEEEEEEEEEEEP.
Sábado. 5 AM. Suena el despertador. Sus muertos.
Pero no pasa nada, porque sale un avión desde la T4 de Barajas dirección Melilla: voy a correr mi primera media maratón sisisisisi.
Después de un maldito mesazo que se ha pasado más lento que el desayuno de un funcionario, por fin toca estrenar Garmin y pulsómetro nuevos.
El avión despega con 3 horas de retraso.
Xq???? Nadie lo sabe, aunque algo ya *snif snif* se huele en el ambiente descorazonador de la puerta K-66.
Un avión bihélice no tiene sistema de aterrizaje automático, así que el piloto tiene que ver perfectamente la pista o se da la vuelta con el rabo entre las piernas.
Entre Melilla y Marruecos hay un monte, el Gurugú, que suena como abuelo haciendo gapos con la garganta y que acumula las nubes bajas de la zona.
Si ahí hay nubes, el piloto no ve la pista y se da la vuelta.
El sábado in the morning el Gurugú bloqueaba la neblina marroquí y el piloto dijo a sus discípulos que imposibol el aterrizaje, así que nos íbamos a Málaga.
Day 1 in Melilla totalmente arruinado.
La indignación se arremolinó en el mostrador de Iberia. ¡Queremos aterrizar en Melilla, hijos de puta! ¡Piloto, maricón! ¡El comandante tiene una querida en Benalmádena!
Las teorías de la conspiración comentan que nos bajaron en Málaga porque a los del día anterior, con los vuelos cancelados, también tenían que llevarlos a Melilla.
Y puestos a joder, Óscar Puente decide joder a todo el mundo.
Perdido, desorientado, deslumbrado… ¿qué cojones hacía yo en Málaga?
Yo ya me iba a mi casa en blablacar, derrotado, abatido, cuando dijeron que la compañía nos ponía hotel con pensión completa hasta la mañana siguiente.
*gesto de frotarse las manos*
Así que dije que me acogía a este generoso 2x1 en turismo por la costa malagueña y ya mañana sería otro día.
En el buffet libre cargué bien de hidratos para la carrera del día siguiente. Muy astutamente cogí el vuelo de las 7:15 que me dejaría en Melilla a las 8 para correr a las 9:30.
Plan infalible.
O falible del todo cuando otro día me desperté a las 5 AM con migraña y no salió el vuelo hasta las 8:45, por la misma niebla del Gurugú.
Jodido Gurugú, ahí se atragante.
Llegúe a Melilla a las 9:45, carrera ya empezada, y no tuve más remedio que sentarme en una terraza a tomarme un café y un panecillo típico moro con jamón y queso.
Mu weno emberdá.
No hubo carrera, no hubo épica, sólo un hombre alicaído y deprimido porque el destino le impidió tremenda gesta papá.
Pero no satisfecho con ello, el lunes por la mañana me calcé las zapatillas, el Garmin, la camiseta del Valencia convencido de que correría 21 kilómetros siguiendo la valla de Melilla.
No encontré la puta valla y eso que se ve perfectamente, me metí por caminos inhóspitos esquivando a la muerte, al atraco, al navajazo y al tiene segarro armano, tú loco ah? y no me hice 21 km, sino 22.
Uno extra por si las moscas.
Para que te calles la boquita sí sí, calladito te quiero ver:
Te dije que iba a hacerla en menos de hora y media.
Jajajajajajajaja. Pobre iluso.
En un mes no da ni de coña tiempo a preparase para correr así, cosa que yo no sabía, pero, y si sí?
Todavía me duelen músculos de las piernas que ni siquiera sabía que existían.
El campeón de la carrera la terminó en hora y cuarto, lo cual veo bastante factible hacer a largo plazo.
Siempre que no haya que coger un avión, claro.
El asunto interesante es que aquí estoy dando la cara después de fracasar, que es lo que va a pasar el 90% de las veces.
La puedes liar, cagar, equivocarte, quedar mal con alguien o ser un capullo, pero da la cara y al menos te respetarán.
Puede que si no das la cara te vaya bien en la vida, aunque lo dudo mucho.
Si eres un sinvergüenza es factible que el mundo te ponga en tu lugar y se te acabe recordando como tal.
Y otro asunto interesante en el emprendimiento, en el deporte y en la vida, que para mí son lo mismo, es la cantidad de veces que no te salen las cosas por causas externas a ti.
Tú puedes haber corrido 6 días a la semana a sprint, que si el puto avión no quiere llegar a Melilla, no llegas a Melilla y no corres y te jodes.
Pero a ti eso no te lo van a contar. Te van a contar el caso del chaval de 9 años que factura 100.000€ al mes con YouTube + ChatGPT + Pocoyó Premium.
No es lo normal. Lo normal es que se te pinche la rueda del coche yendo al cumpleaños de tu suegra (me ha pasado), que se te llene el restaurante de cucarachas 2 horas antes de la inauguración (a mí no me ha pasado, a un colega sí), que te dé una infección intestinal, te ingresen y pierdas 10 kilos meses antes de las pruebas físicas de una oposición (le pasó a otro colega) o que te den migrañas un rato antes de la primera cita con tu amada novia (me ha pasado).
Tranquilo, creo que me entiendes.
Y si no, proponte algo y a poco que hagas cosas, me irás entendiendo.
PD: Melilla tiene una visita. Me sorprendió.
PD2: Yo sabía que el “Gurugú” me sonaba de algo, y es que en el insituto escuché una canción que contaba la historia de un legionario que se fue a combatir a Melilla. La canción es una adaptación de Nasío pa la alegría de Estopa. Unos 10 años después he atado cabos mentales gracias a Ahmed.
PD3: ¿Te ha pasado eso de que te propones algo y te cae un rayo, te atropella un tractor o un unicornio te ensarta por el pecho y lo que te habías marcado no te sale? Cuéntame un poquito y lloremos juntos.
Ligué con una tipa de un pueblo de la serranía de Ronda, la conocí a las dos de la tarde por MSN, quedamos a las 10 en su pueblo, cuando llegue a Ronda pregunté a un lugareños por el pueblo y me dijo "tú estás loco yendo ahí de noche". Efectivamente la carretera era para que me adelantara Carlos Sainz con Luis Moya dando voces. Llegué me miraron todos los del pueblo, me pinché a la chavala en una cama de posguerra y bajé aquella colina de nuevo después de rechazar dormir a menos dos grados en aquella cueva.